El estrés es una fuerza física que nos puede afectar en todo nuestro entorno (físico, mental, personal, familiar etc.), este ha existido en nuestra naturaleza desde siempre, sin embargo se convierte en un fenómeno anormal cuando el estrés se transforma en algo cotidiano, crónico y persistente en el tiempo, reflejado en una disfunción social o física, por lo tanto patológica convirtiéndose en una enfermedad.  

El estrés  puede afectarnos de diversas maneras, por ejemplo el estrés psíquico que se presenta al estar sometidos a problemas emocionales que logran desencadenar una serie de síntomas como: pérdida del sueño, problemas de comportamiento, cefalea, dolores osteomusculares, sin embargo estos síntomas no se presentan igual en todos, pues el órgano de choque (el cual recibe toda la carga de estrés) es distinto en cada persona, por ello algunos pacientes pueden presentar problemas cardiacos, otros problemas respiratorios, incluso se presentan casos en la piel debido al estrés, de allí la importancia de identificar que factores psicológicos, psiquiátricos y de estrés están afectando tu cuerpo y de esta manera recibir el acompañamiento necesario por el grupo multidisciplinario que trata al paciente.  

Por otra parte el estrés puede afectar directamente a nuestro corazón ya que genera aumento de la frecuencia cardiaca, aumento de la presión arterial e incluso existen varios estudios que concluyen que el estrés puede afectar los niveles de triglicéridos y glucosa, esto se produce porque cuando estamos en una situación de estrés liberamos una serie de sustancias llamadas “catecolaminas” las cuales producen un aumento de la frecuencia cardiaca, los niveles de presión y una resistencia a la insulina, lo que logra el aumento de la glucosa y a largo plazo puede convertirse en diabetes. También estos episodios pueden traernos como consecuencia, arritmias cardíacas, hipertensión arterial e incluso un infarto de miocardio, 

¿Cómo controlar el estrés? 

1. Lo fundamental es entender ¿de dónde viene mi estrés? ¿qué genera esa molestia? , recuerda ver las situaciones claramente y así podrás encontrar solución.  
2. Apóyate en tus personas de confianza, verbaliza con ellos la situación que causa tu estrés y así podrán buscar una solución juntos.  
3. Haz ejercicio y añádelo a tu rutina diaria, este ayuda a regular tus niveles de catecolaminas. 
4. Dormir bien es clave para mantener una buena salud mental.