Latidos que nos impulsan a ser buenos de corazón: la historia de la Dra. María Alejandra Zúñiga

Las cardiopatías congénitas en adultos son defectos cardíacos que no se corrigieron completamente en la infancia o que se diagnosticaron más tarde. Estos defectos pueden variar con problemas leves, que no requieren tratamiento, hasta afecciones graves que necesitan intervenciones médicas o quirúrgicas.

La Dra. María Alejandra Zúñiga, desde hace 14 meses es parte de nuestro equipo médico en la LaCardio como médica hospitalaria de Hemodinamia y Electrofisiología. Con su alegría, sentido altruista y vocación, aporta con su trabajo a entregarle al mundo la mejor medicina con corazón, sin embargo, en febrero de este año su salud le dio un giro inesperado: un diagnóstico que la llevó a experimentar de primera mano lo que significa ser paciente y llevar consigo una enfermedad cardiovascular.

A sus 28 años, recibió la noticia: tenía una cardiopatía congénita en adulto, exactamente de origen anómalo de la arteria coronaria izquierda. En su caso, una condición silenciosa que se manifestó con síntomas muy inespecíficos. “Lo atribuía a la fatiga por mis rutinas diarias, sobre todo, durante mis entrenamientos de tenis. Siempre he estado activa, y nunca pensé que esos pequeños signos podían esconder un diagnóstico así”, nos compartió.

Este síntoma no pasó desapercibido para ella y tomó medidas preventivas, logrando realizarse los exámenes a tiempo y acceder al tratamiento adecuado en LaCardio, en el cual fue necesario que la intervinieran quirúrgicamente.

Conoce más sobre esta patología: Cardiopatías congénitas en adultos: Tipos y tratamientos

Trabajar de la mano con sus colegas para cuidar su salud

Convertirse en paciente ha sido un reto personal y profesional. “Ser paciente me permitió comprender con más sensibilidad el camino que recorren nuestros pacientes y valorar aún más el trabajo de todo el equipo de salud”, afirma.

Su resiliencia, le ha ayudado a asumir uno de los desafíos más grandes, como pausar temporalmente actividades que amaba, como el tenis y algunos de sus proyectos profesionales. “Debo esperar seis meses para volver a jugar. Ha sido difícil, pero también lo veo como una oportunidad para enfocarme en mi recuperación y en lo esencial: estar viva y cuidarme”, reflexiona con optimismo.

Un mensaje que inspira

La Dra. Zúñiga no solo continúa su proceso de recuperación, sino que también se ha convertido en un símbolo de inspiración para colegas y pacientes. “Hoy puedo decir que la detección temprana salva vidas. Escuchar el cuerpo, no minimizar los síntomas y hacerse chequeos médicos a tiempo es fundamental, para ser bueno de corazón”, asegura.

Su historia es testimonio de fortaleza y de cómo la medicina con corazón trasciende más allá de la ciencia: es empatía, compañía y esperanza.

En LaCardio, celebramos la vida de María Alejandra, su valentía y la manera en que nos recuerda cada día que todos —pacientes y médicos— compartimos el mismo propósito: cuidar el corazón de todo un país. En LaCardio, hoy y siempre, puedes confiar. Agenda tu consulta con nosotros.