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Un corazón valiente que también aprendió en el aula: la historia de Julián

04 diciembre, 2025 - 8 min de lectura

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Un corazón valiente que también aprendió en el aula: la historia de Julián

En la Fundación Cardioinfantil – LaCardio creemos que innovar no es solo transformar procesos médicos, sino realidades de vida. El programa Pedagogía Hospitalaria, que convierte las habitaciones en aulas y permite que los niños hospitalizados sigan estudiando mientras reciben tratamiento, es un ejemplo de ello.

En este caso, el testimonio de Julián David Ordóñez, un joven de 16 años que convive con una miopatía muscular con oftalmoplejia ocular y una inmunodeficiencia humoral, son muestra de que los tratamientos médicos no son motivo para que los niños y jóvenes posterguen su aprendizaje. Pronto, Julián se graduará de bachillerato gracias al acompañamiento académico recibido en medio de su tratamiento, convirtiéndose en el primer niño que ha realizado toda su vida académica con el programa, la cual inició desde preescolar hasta su grado 11.

¿Cómo llega Julián al programa?

Debido a la inmunosuficiencia, Julián desde su infancia presentó múltiples infecciones que requerían de hospitalizaciones, por lo que no podía asistir a un aula de clases regular; desde ahí el equipo de la Fundación Cardioinfantil – LaCardio, le propuso a la familia la posibilidad de que él accediera a aulas hospitalarias y fue así como a la edad de 4 años inició su vida académica con la institución, al tiempo que recibía a su tratamiento.

La madre de Julián resalta que el acompañamiento del programa ha sido fundamental para que él hoy esté a punto de culminar su bachiller. La familia agradece que, gracias a la guía de profesores como Carlos Cortés, no se han sentido solos en el proceso y sienten que han recibido no solo apoyo académico o médico, sino también emocional.

Un logro que inspira

Ahora, con toga y birrete listos, Julián se prepara para graduarse del colegio. Un logro que no solo refleja su disciplina y resiliencia, sino también el poder transformador de un modelo educativo innovador dentro del hospital.

Este hito es un recordatorio de que una enfermedad o tratamiento médico no debe interferir con el acceso a la educación de los niños y que sí es posible que un niño pueda seguir soñando, incluso desde una cama hospitalaria.

Julián, se gradúa en medio de muchas anécdotas y vivencias que recuerda con cariño, destaca el disfrute que hubo detrás de cada clase compartida con los demás estudiantes del programa, cada actividad artística y todo el apoyo de los profesores.

En LaCardio celebramos la historia de Julián, como símbolo de nuestro compromiso de brindar medicina con excelencia y corazón, y de cómo la innovación con propósito trasciende para transformar vidas.

Porque cuando la salud y la educación caminan de la mano, los sueños también tienen un corazón que late fuerte.

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